Divaguemos

Lo que decimos cuando soñamos se pierde en el limbo; lo que decimos cuando divagamos también, a menos que logremos escribirlo.
¡Demos tinta o bytes a las divagaciones!

viernes, 9 de noviembre de 2012

Tu amor, mi delirio

Tu amor es renuncia,
es sufrir tu ausencia,
es un ala rota
para el ave que es mi alma;
es verte partir con ella,
es quedarme callada.

Es un dolor impreciso,
 que viene de un no se dónde,
 un no se dónde estás,
 no se dónde te encuentras,
 no se a dónde me voy
 y no se porqué me dejas.

Es un cuidar lo que digo,
 cómo, dónde y porqué lo digo,
no fuera a ser que te dañe
sin querer cuando llegue a tu oído.

Es esperarte,
esperar por ti,
por tu mirada ámbar,
por tus labios serenos.
Esperar o morir;
esperar para amar:
para amarnos más
o para amarnos menos.

Es pensarte
y verte siempre,
siempre demente
y siempre con el pensamiento;
es imaginarte
y alucinarte siempre:
siempre loca,
siempre con este tormento.

Es perderme en el dolor
y la alegría,
navegar el rubor
y la melancolía.

Es abrazar tu amor
como venga,
contigo y conmigo,
o contigo y con ella.