Tu amor es renuncia,
es sufrir tu ausencia,
es un ala rota
para el ave que es mi alma;
es verte partir con ella,
es quedarme callada.
Es un dolor impreciso,
que viene de un no se dónde,
un no se dónde estás,
no se dónde te encuentras,
no se a dónde me voy
y no se porqué me dejas.
Es un cuidar lo que digo,
cómo, dónde y porqué lo digo,
no fuera a ser que te dañe
sin querer cuando llegue a tu oído.
Es esperarte,
esperar por ti,
por tu mirada ámbar,
por tus labios serenos.
Esperar o morir;
esperar para amar:
para amarnos más
o para amarnos menos.
Es pensarte
y verte siempre,
siempre demente
y siempre con el pensamiento;
es imaginarte
y alucinarte siempre:
siempre loca,
siempre con este tormento.
Es perderme en el dolor
y la alegría,
navegar el rubor
y la melancolía.
Es abrazar tu amor
como venga,
contigo y conmigo,
o contigo y con ella.