Ese malévolo ser
que me acecha
y que torpe, cree
que de mí se aprovecha
no sabe, el tonto
no sospecha
cual va a ser mi proceder.
Con sus labios
cree engañarme
y atraparme entre su brazos,
el pobre iluso no sabe:
lo que lo trae son mis lazos.
Tiene fe en mi inocencia
y hasta pelea en su conciencia
perderme o dejarme ir.
¡Pobre ingenuo! en mi trampa
(ni sabe)
va a caer… y va a morir.