Divaguemos

Lo que decimos cuando soñamos se pierde en el limbo; lo que decimos cuando divagamos también, a menos que logremos escribirlo.
¡Demos tinta o bytes a las divagaciones!

domingo, 11 de noviembre de 2012

Lástima

Son las once y dieciséis

y es una lástima que no estés.

La noche no es tan clara

pero es una noche al fin.

Podría tomar tu mano

en la mía

y pasar los próximos minutos

posando en ella mis labios.

O mirando las nubes

rojizas sobre nosotros.



Son las once con veintidós

y es una lástima que no estés.

El viento sopla fresco

y podría pasar

los próximos momentos

aspirando

en él

tu aroma

o perdiéndome

en tus ojos

oscuros como carbón.



Son las once y veintinueve

y es una lástima que no estés.

El ánimo esta tranquilo

hoy no

nos ha apuntado

ningún arma.

Podríamos estar abrazados

esperando que pasen los minutos

esperando

que

llegue la vida.



Son las once y treinta y siete

y que no estés es una lástima.

Es una hora tranquila

con relativo silencio.

Podríamos aprovecharlo

para aspirar los suspiros

y encadenar nuestros sueños

y darnos besos sencillos

sin costumbres

y sin miedos.



Son las once y cuarenta y tres

y es una lástima que no estés.