DOMINGO CON/SIN DOMINGUEZ
Este mi bendito amor
no ha muerto,
solo lo encuentras empolvado
entre tantas ansiedades.
Por flotar en los abismos
y sufrir con las verdades.
Se me quedó guardado
con la vida cotidiana,
cuando te fuiste
y la vida,
dejó de ser cotidiana.
Cuando respirar sin ti
se volvió un arte de la sobrevivencia.
Se alimentó de trozos de duda
y falsas letras de alegría,
bebió sorbos de luna,
de recuerdos,
de caricias.
Se disfrazó de coraje
y rabia
y celos
cuando me atrevía a sacarlo.
Ahora se ve fuerte,
todo un sobreviviente.
¿Cómo dices que el tuyo murió?
DOMINGO SIN/CON DOMINGUEZ
Ya nunca rogaré
a alguien que me quiera.
Ni buscaré lo imposible,
ni rogaré agua a las piedras,
o incontrolables anhelos a las hierbas.
No gastaré mas energías
buscando respuestas
en labios hostiles
gastando mi amor
en ideas pueriles,
deseando mover
unas manos muertas.
DOMINGO SIN DOMINGUEZ
De anhelos irrefrenables
y multitudes sospechosas.
De corazones sin freno
y locuras peligrosas
con chocolates y dulces;
palabras empalagosas.
Un canto leve, sereno
con caídas cenagosas.
Este mi llanto de amor
ha dejado de ser canto,
se ha convertido en dolor
en locura y desencanto.