Hoy vengo cargada de muerte,
con el corazón envuelto en miedo.
Miedo de no poder ya verte,
de no hallarte ni en el cielo.
Ángel de luz y tristeza,
ángel que no cree en el amor.
Vengo de luto, a la fuerza,
a decirte, a contarte mi dolor
Mi dolor es este amor desvanecido,
condenado al rechazo de tu olvido.
Este amor oscuro, enloquecido,
en dolor y sombras consumido.
Ángel sin fe, me diste vida,
más hoy no soy nadie, nada;
Para ti, una loca y total desconocida.
Pero antes que llegue la muerte,
o tomes su mano ante Dios.
He querido despedirme, ángel,
he venido a decirte adiós.