Al crepúsculo, miro hacia el horizonte
tratando de vislumbrarte.
Allá tu ausencia se acrecienta
y dispersa.
No te encuentro.
Mando señales a tus ausentes ojos,
tan bellos,
que miran hacia otro lado.
Para mí, tu interior es frío,
guardas tu amor para otro abrazo.
Al crepúsculo miro hacia el horizonte
tratando de verme en tus ojos ausentes.
Mas la negra realidad sacude mis ilusiones
justo cuando te alcanzo.
Y cae la noche, silenciosa y vacía
ocultando así las perlas de mí llanto.
Divaguemos
Lo que decimos cuando soñamos se pierde en el limbo; lo que decimos cuando divagamos también, a menos que logremos escribirlo.
¡Demos tinta o bytes a las divagaciones!
¡Demos tinta o bytes a las divagaciones!
viernes, 9 de marzo de 2012
lunes, 5 de marzo de 2012
Siente también esta ausencia
En donde estas ahora,
donde ríes,
donde lloras.
Ahí donde te encuentras
escúchame,
no huyas,
tendrás que hacerlo,
aunque grite
y no quieras escucharme,
aunque llore
y no quieras verme.
Tenía algo que darte,
ayer,
estaba lista,
aunque no lo quisieras;
aunque lo despreciaras.
Pero
no estabas,
y lo que tenía
no pude dártelo.
Ahora,
conoce tu pérdida,
mira el vacío
que dejó tu presente,
siente en tu carne
esta ausencia,
que es todo
lo que puedo ya ofrecerte.
Ven,
aprecia de cerca este hueco
que habitó el amor
que te tenía.
Y llévatelo,
llévate el dolor
que me dejó.
donde ríes,
donde lloras.
Ahí donde te encuentras
escúchame,
no huyas,
tendrás que hacerlo,
aunque grite
y no quieras escucharme,
aunque llore
y no quieras verme.
Tenía algo que darte,
ayer,
estaba lista,
aunque no lo quisieras;
aunque lo despreciaras.
Pero
no estabas,
y lo que tenía
no pude dártelo.
Ahora,
conoce tu pérdida,
mira el vacío
que dejó tu presente,
siente en tu carne
esta ausencia,
que es todo
lo que puedo ya ofrecerte.
Ven,
aprecia de cerca este hueco
que habitó el amor
que te tenía.
Y llévatelo,
llévate el dolor
que me dejó.
Vocales para H
El que vive frío y amargado
el ingrato que se siente solo
en otra malvada compañía.
El astuto que rechaza el amor,
el ingenuo que afirma
que el amor no existe.
Tú
El inútil que sirve para todo
pero sirve para nada
pero que no me abraza
que no me besa.
El valiente que se espanta
con la pasión de mis ojos,
con el roce de mi mano en su espalda.
Tú
El genio que no comprende indirectas,
el hábil lector que no encuentra
su nombre en mis palabras.
El pobre necesitado de ternura
que rechaza mi oferta de cariño.
El infalible que ve en mis ojos
el ansia de su alma,
pero cree que es de un cristal
el reflejo.
Tú
El hermoso,
el infantil remedo de hombre.
Áureo resplandor
de polvo opaco.
El hijo de tu madre,
el padre de tu hijo,
el dueño de mi abandonado corazón.
Tú
Tan inombrablemente mío,
Tan innegablemente de ella.
El lejanamente próximo
ausente de mi compañía,
el presente en mis desvaríos.
Tú
Infernal paraíso de ensueño,
encontrada pérdida
de mi sentido común.
El fiel escucha sordo
de mis mudas suplicas,
ignorante conocedor
de mis amorosas angustias.
Tú
El intangible fantasma
a quien se aferran
mis noches insomnes.
Tú
Canto de ave lejana;
Gitana maldición
De mi bendita vida.
Labios que odio,
ojos que amo,
pétreo corazón en pecho humano.
Tú
Lumbre caricia
de amor asesinado.
Efímera eternidad,
simple,
vacío sublime.
Tú
Cuyo desprecio me desangra;
pero me deja dar vida.
Estúpido sabio,
amigo fiel,
amante silenciosamente infame.
Tú
El que vas
y el que vienes.
El que levanta mi alma del suelo,
para arrojar mi amor al abismo.
El frío invernal
que consume mi alma
en ardiente deseos
suicidas
y asesinos.
Tú
El infame
El ingrato
Sencillo ignorante y caprichoso.
Tú
Mi Alma
Mi palabra
Mi poesía
Tú
Para quien son mis palabras,
de quien vienes mis desvíos.
Tú
Maldita sea!
¿También tengo que decir tu nombre?
el ingrato que se siente solo
en otra malvada compañía.
El astuto que rechaza el amor,
el ingenuo que afirma
que el amor no existe.
Tú
El inútil que sirve para todo
pero sirve para nada
pero que no me abraza
que no me besa.
El valiente que se espanta
con la pasión de mis ojos,
con el roce de mi mano en su espalda.
Tú
El genio que no comprende indirectas,
el hábil lector que no encuentra
su nombre en mis palabras.
El pobre necesitado de ternura
que rechaza mi oferta de cariño.
El infalible que ve en mis ojos
el ansia de su alma,
pero cree que es de un cristal
el reflejo.
Tú
El hermoso,
el infantil remedo de hombre.
Áureo resplandor
de polvo opaco.
El hijo de tu madre,
el padre de tu hijo,
el dueño de mi abandonado corazón.
Tú
Tan inombrablemente mío,
Tan innegablemente de ella.
El lejanamente próximo
ausente de mi compañía,
el presente en mis desvaríos.
Tú
Infernal paraíso de ensueño,
encontrada pérdida
de mi sentido común.
El fiel escucha sordo
de mis mudas suplicas,
ignorante conocedor
de mis amorosas angustias.
Tú
El intangible fantasma
a quien se aferran
mis noches insomnes.
Tú
Canto de ave lejana;
Gitana maldición
De mi bendita vida.
Labios que odio,
ojos que amo,
pétreo corazón en pecho humano.
Tú
Lumbre caricia
de amor asesinado.
Efímera eternidad,
simple,
vacío sublime.
Tú
Cuyo desprecio me desangra;
pero me deja dar vida.
Estúpido sabio,
amigo fiel,
amante silenciosamente infame.
Tú
El que vas
y el que vienes.
El que levanta mi alma del suelo,
para arrojar mi amor al abismo.
El frío invernal
que consume mi alma
en ardiente deseos
suicidas
y asesinos.
Tú
El infame
El ingrato
Sencillo ignorante y caprichoso.
Tú
Mi Alma
Mi palabra
Mi poesía
Tú
Para quien son mis palabras,
de quien vienes mis desvíos.
Tú
Maldita sea!
¿También tengo que decir tu nombre?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)