Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas.
Mi pecado, mi alma.
Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un trayecto en tres etapas a través del paladar e impacta, en la tercera, contra los dientes.
Lo. Li. Ta.
Era Lo, Lo a secas, de mañana, con su metro cincuenta y una sola media.
Era Lola en pantalones.
Era Dolly en la escuela.
Era Dolores sobre la línea punteada.
Pero en mis brazos, era siempre Lolita.
Grandiosa descripción, Me pregunto como podría ser descrita: ¿Luz y fuego? no lo creo; ¿Pecado? tal vez.
Creo que debo admitir que envejezco.