Divaguemos

Lo que decimos cuando soñamos se pierde en el limbo; lo que decimos cuando divagamos también, a menos que logremos escribirlo.
¡Demos tinta o bytes a las divagaciones!

domingo, 19 de junio de 2011

Como cuando eramos niños

Hace tiempo que no escribo. Esto no me pasaba cuando era pequeña, entonces tenía siempre muchas ideas rondando por mi cabeza, aunque no llegaran al papel. No tengo papeles de entonces.

Cuando el Aguanaval se llevó mi casa, mi ropa, mis fotografías, mis libros y escritos hace once años, no pensé que llegaría a esto. Recuerdo que entonces lo que me mantuvo cuerda fue la idea de que no se llevó mi vida, ni mi familia; pero me doy cuenta de que se llevó la mayor parte de los recuerdos de mi infancia.

No todo esta perdido, pero a veces quisiera saber el color exacto del vestido de mariposa que use cuando estaba en kinder, o el peinado que traía para la foto grupal de 2 grado.

Cosas irrecuperables.

Aunque no todo se lo llevo el río, algunas cosas, se fueron por propia voluntad. Como mi padre. El se fue porque ... quizá porque quiso. Extraño todavía esas noches de los fines de semana, cuando cenábamos a oscuras, los niños con los padres en la sala de mi casa mientras veíamos la película de la semana.

Quisiera poder hilar ideas como entonces, pues mientras la mayoría estaban concentrados en la televisión, las palabras bailaban por mi cerebro con facilidad, sin interrupciones ni problemas.

Ojala pudiera escribir así, como cuando eramos niños.